FECHA
2001-2003
ARQUITECTOS
Francisco Lacruz, Alejandro San Felipe, Concepción Ruiz
COLABORADORES
Alicia Banzo, Carlos Abadías, Antonio Castanera
LOCALIZACIÓN
Polígono 24II. Huesca
CLIENTE
ORUSA
SUPERFICIE DE ACTUACIÓN
42.400 m²
EDIFICABILIDAD
34.000 m²
El proyecto Padre Querbes se puede entender como ejemplo de transformación urbanística de una dotación privada deportiva, las instalaciones del Colegio San Viator Padre Querbes, en el límite de la ciudad de Huesca con los campos cultivados del perímetro. El impulso y la colaboración público-privada entre una empresa promotora local, Orusa, encabezada por D. Antonio Porta y el Ayuntamiento de Huesca permitió la firma de un convenio que desbloqueó la expansión de la ciudad en su parte norte. Mediante esta actuación se consiguió una nueva conexión entre equipamientos y sectores residenciales a través de tejido urbano diverso y zonas verdes públicas.
La estrategia del proyecto, como respuesta al entorno, es la de crear una transición de escala en la edificación, escalonando los volúmenes de norte a sur, así como una conexión paisajística entre la ciudad intermedia y el medio rural. Para ello, se sitúa la edificación al Norte de la parcela, en contacto con el ensanche edificado, y se libera un parque público de 14.400 m2 en la zona Sur. De esta manera, se orienta la volumetría residencial al Sur, el parque se convierte en una zona lúdica importante y los espacios abiertos reciben un soleamiento adecuado. La fachada Este de la manzana abre el parque a la ciudad y la Oeste crea un nuevo borde urbano que reduce la edificación de escala hasta encontrarse con los equipamientos.
La dotación privada sociocomercial se sitúa en dos zonas del sector. Por un lado, en la parcela adosada a las naves existentes en la zona noreste y, por el otro, en la planta baja de los volúmenes de vivienda de la franja intermedia, dotando así de un carácter más urbano a la vía central de la actuación.
El parque público configura un nuevo espacio verde en la periferia de Huesca. Este nuevo paisaje, inspirado en el rico entorno agrícola, con recorridos peatonales, áreas de juego y espacios públicos, integra las nuevas edificaciones en la trama urbana. Una serie de fuentes y canales, que fluyen hasta un estanque central, vertebran los diversos espacios de relación dispuestos en los aterrazamientos creados en la parcela. Estas pequeñas colinas de 1,5 m de altura permiten múltiples perspectivas y una mayor definición física de la zona, creando así un paisaje modulado, un sólido más que un vacío en términos de intensidad espacial.